Hoy me ha ocurrido algo realmente curioso.
He pasado más de media mañana de papeleos, ¡joder que hastío!Primero he ido a las oficinas de hacienda a solicitar un certificado de bienes. Después de esperar casi 30 minutos, me atendió un funcionario de mediana edad que parecía agotado hasta límites insospechados. ¡Pobrito!. Bien, este ha sido el diálogo:
- A veeeeer,¿ que deseaaaaa?
- Un certificado de bienes, por favor.
- ¿Cuenta usted con bienes a su nombreee?
_ Pues no, que más quisiera yo.
_ Entonces, ¿para qué quiere un certificado de bieneeees?
- A ver, amable hombrecillo... necesito un certificado en el que conste que no poseo bienes.
-¡Aaaah! si hubiese usted empezado por ahí... Que las cosas se traen bien preparadas, que no somos una oficina de información.
- Lo siento, perdóneme por colapsar su tiempo. ¡no te jode!
-¡Oiga señora, sin faltar!
Y eso de señora se me clavó en el pecho como puñal al rojo vivo, oye.
- No es mi intención buen hombre. ¿podría darme mi certificado?
- A veeeer, veaaaamos... Sí, ya está, aquí lo tiene.
- Muchas gracias y a seguir bien. Adios.
- Adios, se-ño-ra.
Otra vez la puñetera palabrita, además esta vez, dicha con rintintín.
Trás este episodio me he acercado hasta las oficinas del INSS.
He cogido número en la maquinita, el 35 y va por el 19. ¡La madre que lo parió!
De repente, una voz increíblemente chillona y desagradable "canta" mi número y me siento en la silla correspondiente frente a una mujer de pelo rojo al estilo Duquesa de Alba, con unas diminutas gafas cuadradas colocadas al extremo de la nariz, que más que hablar, me grita:
- Buenos días, ¿qué desea?
- Un certificado de pensiones por favor.
- ¿Cobra usted actualmente alguna pensión?
- Pues no. Y antes de que me diga nada, lo que necesito es precisamente certificar que no cobro ninguna pensión del estado.
- D.N.I
- Aquí lo tiene.
- Sepa usted que este documento está caducado, "señora".
- Lo sé, gracias. Tengo cita en tres días para renovarlo. ¿Supone algún problema?
- No, simplemente se lo advierto.
Me lo advirtió a mi, y con su estridente voz, se lo comunicó a todo pichichi que por allí andaba.
- Pues gracias por la advertencia pero tengo mucha prisa por favor.
- A estos sitios no se viene con prisa, señora.
- A estos sitios es mejor no venir. Contestó yo.
- ¿Ya ha rellenado usted el impreso azul?
- ¿Impreso azul? nadie me dijo nada de un impreso azul.
- Hay que preguntar señora. Nosotros no somos Rappel como comprenderá.
- ¿ Y dónde está el puñetero impreso azul?
- Debe pedirlo en el piso de abajo señora.
Me bajo, pido el impreso, lo relleno y vuelta arriba.
Me atiende la misma mujer.
- A ver ¿qué desea?
- Sí, soy la chica de hace un rato, la del impreso azul. Quería un certificado de pensiones.
- D.N.I
- Pero si ya se lo he dado antes.
- Antes no es ahora, señora. D.N.I por favor.
- ¡¡ Tenga !!
- Este docu...
- ¡ Ya lo sé, está caducado! Pero no supone problema alguno ¿Puede darme el puto certificado hoy?
- Tranquilícese señora que estoy en ello.
- No me diga que me tranquilice. Llevo más de una hora para una mierdapapel.
- Se está poniendo agresiva.
- Pues llame a seguridad. A lo mejor ellos me dan el papelito de una vez. ¡¡ Y deje de llamarme señoraaaa!!
A todo esto, a mi lado, un chico sudamericano miraba con estupor a su interlocutor. El pobre muchacho tenía cara de no creerse lo que estaba viendo, así que yo, curiosa por naturaleza, no pude por menos que fijarme, y... ¡Dios!
El funcionario en cuestión escribía parsimoniosamente con la mano derecha, mientras mantenía el dedo índice de la izquierda introducido en la nariz. Lo tenía tan dentro de la misma, que se le movía el cerebro. Palabrita del Niño Jesús.
Fue tal mi asombro e indignación, que la risa comenzó a brotar de mi garganta sin que yo pudiese evitarlo.
Puedo aseguraros que de lo que me reí, estuve a muy poquito de que el pipí se me escapara.
Quería apartar la vista de aquella escena, pero a la vez, la curiosidad me podía: ¿Qué hará con el tesoro que saque de ahí? ¿dónde lo dejará? ¿le dará la mano al despedirse a este pobre chico? Quizá lo use para sellarle el documento ¡vaya usté a saber!
Os juro que estuve un buen rato buscando la cámara oculta. No encontraba otra explicación a tamaño fenómeno.
El hombre sacó su dedo de las profundidades y sin miramientos lo plantó bajo la mesa.
A todo esto, mi risa era cada vez mayor. Surgía sin control.
- Señora, señora, ¿está usted bien?
Me dí la vuelta, miré a la mujercita que tenía enfrente, respiré intentando relajarme, y entonces, una enorme carcajada surgió de lo más profundo de mi garganta y se plasmó delante mismo de la cara de la funcionaria.
Me levanté como pude agarrándome el estómago que de tanta risa comenzaba a dolerme de verdad, y salí de allí lo más rápido que pude.
Lo peor es que ni siquiera cogí el certificado, con lo que mañana, me tocará ir de nuevo a buscarlo.
Sólo espero que no esté de turno la misma funcionaria, o lo que es peor:
¡ Por Dios, que no me toque el funcionario mocoso!
Trás este expediente X me he dirigido hacia el INEM. Casi me da algo, la oficina estaba a reventar. Cojo número: el 214. Miro acojonada la pantalla... ¡¡¡el 97!!
Una enorme masa de gente desesperada a la espera de ser atendidos y de 12 ventanillas, sólo 5 permanecían abiertas.
¡ Increíble pero cierto, lo juro !
Al mismo tiempo, una de las funcionarias dando un suspiro, comunica a todo aquel que quiera oírla que sale un momentito a fumar un cigarro porque está saturada.
!! No puede ser, esto es una broma pesada!!!
Pues no, simplemente es una enorme putada.
Me indigo y la increpo. A lo que ella contesta con una sonrisa socarrona y me dice que las quejas en el segundo piso, que hubiera madrugado más, que ella tiene sus derechos, y una serie más de tonterías que me cabrean no sabéis de que manera.
La grito, la digo que no tiene vergüenza ni educación. Que quien coño es ella para hablarme de ese modo... y no me da tiempo a decirla más, porque acto seguido el hombrecillo de seguridad se me acerca y muy amablemente, me invita a callarme o a abandonar el lugar.
Y ahí me quedo yo, con toda mi cara de boba, puteada, cabreada y más roja que un kilo de tomates.
Miro mi reloj, las 13: 40. Y esto lo cierran a las 2 en punto. Y yo entro a currar a las 3. Bien Silvita, hoy no comes hija.
Por fín me toca, saco todos los papeles, se los entrego al funcionario de turno. Los mira, me mira, le miro....
- Lo siento señora, pero esto es en la ventanilla de enfrente. Ya no le da tiempo, deberá regresar mañana.
Entonces me oigo gritar: ¡ mecagoenlaputaquelopaseó !
Y salgo despotricando, hecha una furia y con los nervios a flor de piel.
Toda una mañana perdida para olvidarme un certificado, equivocarme de ventanilla y ver como un energúmeno se saca un moco de la nariz.
Si es que no tengo remedio.
Ya lo veis, una mañana de lo más entretenida y movidita.
Silvia 09.
PD: Esto es tan sólo una anécdota graciosa. Por favor que nadie se ofenda. Gracias a Dios, no todos los funcionarios son así.
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¡Madre del amor hermoso! Pobre Silvia, te compadezco, jajaja...
ResponderEliminarHas descrito perfectamente y con mucho humor lo que es la burocracia en este país.
Y lo del moco, vamos, ha sido la gota que colmó el vaso, jajaja...
Muchos besos.
Qué espanto tener que hacer cualquier movimiento a una oficina burocrática. Lo curioso del caso es que las actitudes que haz descrito son exactamente iguales acá en México, mira que viéndolo por el lado amable, es padrísimo saber que como ciudadanos del mundo, contaremos con el mismo servicio burocrático, da igual el país en el que vayamos jajajajajaja...
ResponderEliminarAbrazos Silvia ;)
Vuelva ud. mañana....(Mariano Jose de Larra)
ResponderEliminarEste país no cambía.
hola Silvia.
ResponderEliminarHa sido una jornada movidita. Esa gente te marea y marea hasta sacarte de las casillas y son tan puñeteros que no son capaces de ayudarte en lo más minimo. Le tenias que haber tirado cuatro borderias , veras como espabilan jajajaaja.
Cielo ,me ha encantado por la forma que lo cuentas, por tu tranquilidad al relatarlo y por todo en conjunto. Eres magnifica relatando estos acontecimientos cotidianos. Eres un encanto y me maravillas siempre. Ademas te mando mil besitos por ser linda persona y tierna y dulce amiga. No te olvido nunca. kuidate mucho.
Hola preciosa, de verdad que estos funcionarios son la leche... menos mal que por suerte como tu bien dices no son todos igual , yo cuando tengo que arreglar papeles me tiemblan los huesos... pues siempre es tiempo perdido y como hoy en dia tenemos tanto tiempo...
ResponderEliminarPobrecilla mi Silvia...
A le corazon que pases linda semana....
Un fuerte abrazo...
Mire Señora, Usted debería tomarse estas cosas con más calma...
ResponderEliminarDespues de ganar una oposicion, el funcionario consolida su sueldo y procura hacer lo menos posible. Una de las "funciones" es poner atrancos a quienes van a su ventanilla para que los dejen en paz pronto.
ResponderEliminarDe vez en cuando encuentras a alguno que te ayuda, son es la excepción que confirma la regla.
Yo te recomiendo que leas un artículo de Mariano José de Larra, escritor, como sabes, de principios del siglo XIX, y gran articulista, titulado "No mas mostrador" y veras lo poco que han cambiado estas cosas.
El acabo sucidandose a los 27 años, pero no fue por este motivo. Cosas de amores. Tambien le dio fuerte.
Besos
El próximo día prueba a darle una de esas barritas mágicas que ayudan a cargar bien ja ja ja.
ResponderEliminarYo también tengo alguna que otra anécdota de esas ja ja ja
Besos pacientes
• En cierto modo, la culpa de todo lo que te pasa la tienes tú. ¡Como se te ocurre no ser millonaria! Todo esos engorrosos trámites te los haría un propio en tanto tú decidías el destino de tu habitual crucero trimestral.
• Y te dejo, que me voy a encargar mi próximo crucero. Esta vez me toca la vuelta al mundo en sentido contrario.
• Ah!, La cola de la derecha siempre va más lenta. Besos.
CristalRasgado & LaMiradaAusente
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Yo tenía el prejuicio de que esas cosas me estaban reservadas para ir entrenándome para cuando llegara al infierno. Hasta lo había conversado con algunos amigos y llegamos a la conclusión de que al ciudadano de bigotes se le atiende con más desprecio e indiferencia que a la de faldas.
ResponderEliminarPero no, parece que la burocracia y la falta de cordialidad atraviesan fronteras y se instalan en todas las oficinas públicas del planeta.
Me ha hecho reír, se-ño-ri-ta*.
D.
* Tengo cierto disgusto filosófico con el uso de la palabra señorita.
ResponderEliminarSi yo fuera mujer me gustaría que me llamaran señora desde mi infancia. ¿Qué es eso de que a los caballeros se les presume señores pero a las damas se las considera señoritas a menos que las atropelle el tiempo o un caballero les otorgue el señorazgo con una libreta matrimonial?
No señorito, ¡me opongo!
D.
jajajajajaja... sin palabras
ResponderEliminarHola Silvia como estas, muchas gracias por pasar por mi blog, tambien me quedare leyendo tu blog que me parece muy interesante y entretenido, saludos desde Chile, felicitaciones :D...
ResponderEliminarjajajajajajajajajajjajajajaja... Super bueno.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Por cierto, mi nombre es Salvador, no Pablo. En tus comentarios en mi blog siempre me llamas Pablo... Sera acaso mi doble? jajajajjajajajaja
¿Y eso lo has sufrido un día? ¿Sólo un día? ¡Qué suerte!
ResponderEliminarCompadécete de los que tenemos que pasar por eso casi todos los días.
Besos.
ELENA: Tu lo has dicho: ¡Madre del amor hermoso! Aunque yo más bien diría "la madre que lo parió! Jijijiii!!!! Un besazo cariño!!!
ResponderEliminarGABRIEL: está claro que vivas donde vivas, un funcionario es un funcionario. Por cierto, México... no sabes como me gustaría conocerlo. Mil besitos!!!
ResponderEliminarMAX: mañana, y pasado y al otro... este el cuento de nunca acabar amigo mío. Un beso!!
PACO: más que movidita, yo diría que jodidita, jijiji!!! Con tanto piropo me voy a poner colorada. Gracias, gracias, gracias. Eres un solete. Un besazo!!!
ResponderEliminarPAIS MAGICO: a mí me tiemblan huesos, piernas, músculos y todo lo que pueda temblar. y total, pa' 4 duros hija. Besazos!!!
ALBINO: leí el artículo, buenísimo por cierto. Gracias por la recomendación. Efectivamente: hay cosas que nunca cambian, para desespero del españolito de a pie. Un placer volver a verte. Un cordial saludo!!
ResponderEliminarDANI: Jajajajaaaaaaaa!!!!! Muy buen consejo. El próximo día, meto un par de ellas en el bolso. Besos!!!
ÑOCO: ¡menuda ocurrencia la mía! Si lo llego a saber me hago rica, juajuajuaaa!!! ¿Me invitas a tu crucero? Eso sí, pagando tu, que yo sigo en crisis total hijo. Ala, por la derecha!! Mil + todos los que quieras!!!
ResponderEliminarDANIEL OS: ¿el infierno? cosa de pitufos comparado con esto chiquillo. Me alegro de haberte sacado una sonrisa. te cuento: la palabra "señora" depende como y quien la diga me sienta peor que fatal. se me hace despectiva, burlona. Pero me pasa lo mismo con "señorita". Todo depende del tono y de la persona que la pronuncie, y por supuesto, de la situación en la que uno se encuentre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, "se-ño-ri-to", jijiji!!!!
LOLA: que no eres buena jodía!!! Besazos en el espinazo!!!
ResponderEliminarFOTOGRAFO CAMINANTE: gracias a tí por venir y quedarte. Un placer. Nos vemos, nos leemos. Besos!!!
ADOLFO: Nada por lo que disculparse amigo. Encantada de recibirte siempre que puedas y te apetezca. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarSALVADOR: jajajajajaaaaaa!!!! perdón, perdón, perdón...pero me equivocaré mil veces más, seguro. Así que , date por aludido. Por cierto, para buenos, tus poemas. Un fuerte abrazo y mil besitos!!!
LAGUN: Por suerte sólo han sido un par de días. Si yo te contara el día después... pero esa es otra historia. Me compadezco, me compadezco. Besazos guapetón!!!
ResponderEliminarme ha encantado tu blog
ResponderEliminarmucha luz para ti!
Jajajaja, eso me recuerda a las espera de los bancos, y es la misma historia. Supongo que es algo universal.
ResponderEliminarQuerida Silvia, procura lo próxima vez, ir preparada psicológicamente, llevarte un dispositivo para escuchar música y procurar no mirar al que se andaba hurgando el horno de los panes, no vaya a ser que ahora saque la mantequilla de sus orejas (asco) xD
Un abrazo corazón, Ten paciencia. Shalom Laj.
NOESPERESNADA: En ocasiones el saquito donde guardo mi calma, se rompe y entonces, se desparrama la impaciencia. de todas formas, intentaré seguir su consejo. Un abrazo, señor mío!!!
ResponderEliminarCACO: jajajaja!!! muy bueno lo de la mantequilla. ¿Existe la preparación psicológica para estos fenómenos? ¿algún tipo de meditación, de relajación alternativa? Bucaré en el internete y me pondré las pilas. Paciencia... te juro que lo intento. Shalom laj, querido amigo y Mil besitos!!!
ALLEK: Me alegro de que te guste este humilde espacio. Serás bienvenido cuando te apetezca visitarlo. Mucha luz también para ti y un abrazo!!
ResponderEliminarJajaja y sí, no solamente pasa en tú país, acá también son de terror los funcionarios de cualquier índole.
ResponderEliminarCon respecto a los mocos del tipo es algo común ver en muchas personas que sin importarles nada, ni nadie, a su alrededor dejan salir su "buena educación" a relucir.
Con respecto a la burocracia es algo que cada día se acrecenta más. Es la pesadilla para nosotros y la respuesta para que los gobiernos puedan emplear personas que de otro modo les incendiarían sus dependencias si no tienen empleo y ellos de ese modo también "robar" algún dinero importante en números elucubrados.
Y finalmente una pregunta ¿porqué te jode tanto la palabra señora? He leído que sos madre y supuse que estás casada, pero si así no fuera entonces (me eché a reír) entiendo el porqué de la palabrita "abominable"
Besos, linda.
Silvia!!! Horrible mañana! Sí, hay de todo en todos los sitios pero a algunos les apara la plaza vitalicia.
ResponderEliminarUn beso y suerte!
Anne
MIGUEL: Con la burocracia hemos topado!!! Es lo mismo vayas donde vayas. La buena educación... ¿qué será de ella? Te cuento: sí, tengo una hija pero no estoy casada, aunque vivo con mi chico, que para el caso es lo mismo. El problema de la palabra "señora" me viene de antaño. No sé, pero no me gusta nada. Me parece demasiado seria, formal, antigua. O sea, nada que concuerde conmigo. Y si además, te la escupen a la cara...¡ Es que me pongo negra! Jijijiiii!!! Un besazo!!!
ResponderEliminarANNE: Tu lo has dicho hermana, les ampara una plaza vitalicia. A comisión por documento sellado amablemente les ponía yo. Jaaaaaa!!!
ResponderEliminarMil besitos cielo!!!
Jajajaajaja me esto orinando de risa.
ResponderEliminarSoy nuevo en tu blog y me encuentro con semenjante pedazo de historia jajaja Al parecer todos los funcionarios son iguales en todos lados . Ya me imagino al chico sudamericano pensando todavia en esa escena.
Hasta ahora no entiendo el porque de "señora" tal ves sera por lo del DNI o simple formalismo.
Me despido prometiendo volver.
Ayrton Vargas
posdata: Escribes muy bien mujer
RADAMANTHYS: Bienvenido a esta que será tu casa siempre que lo desees. no se si bien o no tan bien, pero puedo asegurarte que escribo con ganas y mucha ilusión. Me alegro de que te guste. y recojo tu promesa de regreso. pasaré a visitar tu casa en breve. Un saludo y un beso!!
ResponderEliminarpor mas que se cambie de pais todo sigue igual, me pregunto si no sera mejor ir se a vivir a la luna...
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, me has hecho sonreir.
ResponderEliminarBesos y... gracias
Trabalho em banco e imagino a situação...dá mesmo nos nervos...a vontade é de xingar a quinta geração da pessoa que nos atende...
ResponderEliminarMuitas vezes um minuto perdido causa transtornos inimagináveis...
Mas de qualquer forma é mesmo engraçada a história, pois quem nunca se viu numa situação assim...rs
Um abraço na alma...bjo
JAJA!!! Lo narraste tal cual!! Por un momento sentí que estabas en Buenos Aires JAJA!!! las delicias del mundo occidental...
ResponderEliminarSaludo y beso.
Yo soy funcionario, pero de los que visten mono. Y, si te digo la verdad, esa jet funcionarial de ventanilla me da miedo. Curiosidad: uno de los primeros deberes del funcionario es "tratar con esmero y corrección al ciudadano".
ResponderEliminarPues parece que la burocracia es igual en todos lados.
ResponderEliminarUn abrazo, me he reìod mucho.
MAGIA DA NOITE: Pues sí, seguramente se vive mejor en la luna...por el momento. Ya sabes, al final, todo se acaba corrompiendo. Un besito!!
ResponderEliminarPRINCESA: que bellas siempre tus palabras. Me alegro de verte por esta pequeña vía de nuevo. In placer. Mil besitos!!!
MISTRAL: si te hice sonreír me doy por satisfecha. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarELCIO: querido amigo... "un minuto perdido" puede ser la diferencia de las consecuencias. Encantada con tus visitas, siempre. Besazos!!!
1600 PRODUCCIONES: jajajaaaaa!!! "las delicias del mundo occidental", me encanta. Es lo bueno de esto: la cercanía, a pesar de la distancia. Un abrazo!!
ResponderEliminarGABRIEL: Nada que ver tu mono con la corbata de ventanilla (cuando se lleva, claro). Tratar con esmero y corrección al ciudadano...¿lo cualo? Un besazo de esos grandotes cielo!!!
MCROW: Tu lo has dicho: igual en todos lados, no hay quien se salve. Encantada de haberte hecho sonreír. Besos!!
Coño, al menos te has reido, y yo, contigo...
ResponderEliminarP.D. Trabajo en un Hospital, como sabrás lleno de funcionarios, y te puedo asegurar, que ninguno, como los que describes.
Besos.
SOMMER: Me reí te lo aseguro, sobre todo después al recordarlo y escribirlo. Si también tu has reído, pues mejor que mejor. Por suerte, no todos los funcionarios son así. Yo tuve mala suerte, o ellos mal día. Ayer mismo fuí a renovar mi D.N.I y me trataron fenomenalmente bien. Un incompetente siempre será un incompetente, independientemente de su profesión. Gracias por volver y un besazo!!!
ResponderEliminarpaso a leerte, y, te confieso que siempre te leo, si a veces he dejado algún comentario, lo he hecho como anónimo, ahora sin embargo, te dejo mis señas, vale?
ResponderEliminarun saludo
TXANBA: Me hace ilusión verte por aquí. Se que me lees, y te lo agradezco de verdad. Sabes que te sigo y que me encantan tus versos. Me alegra que me escribas. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminar¿Cómo estás, Silvia?
ResponderEliminarLamento que hayas tenido que pasar por tan malas experiencias en una misma mañana, pero tengo que reconocer que no fue en vano: ¡nos regalaste un relato muy divertido! jajaja
Te agradezco de corazón por tus visitas y comentarios en mi blog. Es alentador recibir el apoyo de gente interesada en lo que uno hacer. ¡Muchas gracias!
Un beso grande,
Pablo
PABLO: Si te has divertido, mereció la pena. Yo soy la que agradezco tus palabras; siempre es un placer visitarte y recibir tu visita. como bien dices, es alentador que interese lo que uno hace. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarHola mi querida amiga.. siempre es un inmenso placer pasar a leerte y dejarte mis saludos..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos...
Una disculpa por mi ausencia..
Que tengas una semana estupenda..
ADOLFO: un placer son tu visitas, siempre amigo mío. Un fuerte abrazo!!!
ResponderEliminarSilvia, si es que no estamos preparados. Vamos como locos. Nos presentamos alegremente a cualquier ventanilla sin haber hecho las oposiciones pertinentes para peticionarios de papeles y asín nos va.
ResponderEliminar¡¡Pobres funcionarios!!
CHANCLAS: Juajuajuaaaaaaaaaa!!!! Oposiciones para peticionarios de papeles, no lo digas muy alto no vaya a ser que.... Un besazo!!!
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