jueves, 18 de febrero de 2010

EL CUENTO DEL TROVADOR.


¡Queridas gentes, amigos!
Hoy os traigo este cantar que más que cantar, es cuento. Pues cuento llaman a esto, los que gustan de contar.
Así pues, humildes gentes, si la historia que contare la quisiérais escuchar, meted mano a los doblones para mi zurrón hinchar.

Vengo de tierra lejana, de allí donde el sol se pierde. Con la sóla compañía de aqueste maltrecho can.
Un can fiel donde los haya.

Pues durmiendo yo en el raso me vinieron a robar cuatro pérfidos bandidos, mi mendruguito de pan.
Sumido en el gran vacío de un placentero descanso, no oí llegar al peligro que acechaba mi yantar.

Pero la bestia alertada por la torpeza de aquellos, desperto malhumorada y me vino a despertar.
Creyendo yo que mi bestia sólo quería jugar, agarré una fuerte vara y me dispuse a golpear.
Pero ¡oh, amigos míos!
Cual sería mi sorpresa al descubrir en las sombras una navaja brillar.
Raudo cogí mi morral y presto huí del lugar.

A salvo ya del peligro me senté a descansar y el can, solícito amigo, a mi vera vino a echar.
Acaricié yo su testa en gesto de gratitud.
Y el me lamió la mano, concediendo su perdón.
A el le debo mi vida y mi mendrugo de pan.

Escuchad bien, buenas gentes y prestad toda atención:

"No por hombre se es humano ni por bestia un animal,
pues humano es el que ama,
y animal, quien palos da".

Soy trovador altruísta, más no exento de necesidad.
Así pues pediros quiero que me llenéis el morral.
Pues es de muy bien nacido, el pagar por disfrutar.


Silvia 09.

martes, 2 de febrero de 2010

SEÑOR JUEZ:

El pasado día, la noticia de una sentencia me indignó y sobrecogió: "El juez rebaja la condena del agresor, alegando que no hay indicios de alevosía, ni pruebas que demuestren el elemento sorpresivo de la agresión"

ANTECEDENTES:
Cuatro de la madrugada. Una mujer duerme tranquila ajena a la desgracia que se avecina.
Su ex-marido, con previa orden de alejamiento, abre sigilosamente la puerta del domicilio con ayuda "de un plástico" y armado con un cuchillo se introduce dentro del mismo.
Hay que decir que este energúmeno había maltratado a su mujer reiteradamente durante años, incluso delante de sus hijos.
Una vez dentro del domicilio de su ex-mujer, se dirige al dormitorio. Saca a la mujer de la cama, la tira al suelo, la cruje a puñetazos, la pisa el cuello... Y a pesar de sus síntomas de asfixia y de la sangre vertida, incluso a pesar de encontrarse presente su hija quien consiguió afortunadamente quitarle el cuchillo, a pesar de ello, continúa apaleando a la mujer hasta dejarla inerte tirada en el suelo. Como consecuencia de esta brutal agresión la mujer quedó tetrapléjica.
A SU SEÑORÍA:
Después de esto, usted, señor juez, ¿me dice que no hay evidencias de alevosía?
Usted, señor juez, dictamina que no hay pruebas que demuestren el "elemento sorpresivo" de la agresión?
¿Acaso, señor mío insinúa usted que la mujer lo estaba esperando sumisa para que la apaleara?
Dígame, señor juez ¿tiene usted madre, hijas, hermanas? ¿Primas lejanas,quizás?
Contésteme señor juez:
¿no le remuerde la conciencia cada mañana?
¿No le repugna mirarse a la cara?
¿No se siente como una mierda aplastada?

Sáqueme de mis dudas su señoría.
¿La vida de esta mujer no debe ser respetada?
¿No debe ser valorada?
¿No debe ser merecidamente vengada?
La justicia es a día de hoy la única forma de venganza legalizada. La que, supuestamente, defiende al débil, al justo, al bueno...
Dígame entonces señor juez: si usted nos quita eso ¿qué opción nos deja? Ninguna legal, se lo aseguro. El ojo por ojo y pare usted de contar.
¿Quiere decirme dónde estaría esta mujer, de haber matado a su marido en mitad de una paliza? Yo se lo digo: en una fría celda pudriéndose de asco, sin tanto miramiento.
Piense en esto señor juez: ¿le gustaría que le arrebatasen la vida a golpes? ¿le gustaría que sus nietos vieran quebrar a golpes a su madre? ¿quisiera para usted o los suyos la milésima parte de lo aquí expuesto?
Entonces explíqueme señoría porqué se comporta como un capullo sin corazón. Explíqueme, honorable señor de almidonada toga ¿porqué usted NO, y Ella SÍ?
Cuénteme otro cuento señor mío, porque desgraciadamente este, ya me lo sé.
¿Sabe su ilustrísima? A todo cerdo le llega su San Martín.
Duerma tranquilo si puede, salga a la calle y mire a los ojos de cualquier mujer si es que se atreve.
Con toda mi repulsa e indignación. Con toda mi rabia y mi mala leche. Y plenamente consciente de cada una de mis palabras, sentencio: ¡¡ Váyase usted a la mierda, señor juez!!
DEFINICIONES:
ALEVOSÍA: Traición, perfidia. A traición y sobre seguro.
JUSTICIA: Derecho, razón, equidad. Aquello que debe hacerse según derecho o razón. Una de las 4 virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que corresponde.
JUEZ: Persona que tiene autoridad para juzgar y sentenciar. En quien las partes se comprometen para que por la vía de la equidad, ajuste y transija sus diferencias.
LA INCOMPETENCIA, MATA.
Silvia 09.
PD: Sólo alzando nuestras voces, conseguiremos llegar a tiempo.