Hacía tiempo que no eran los mismos y ambos lo sabían.
¿ Quién cambió primero? Poco importaba ya.
Ninguno de ellos lograba reunir el valor suficiente para asumirlo.
Sin embargo, tenían tantas cosas que decirse... El silencio era insoportable.
Atrás quedaron la risa, las caricias, los susurros de madrugada. Eran tantos los momentos compartidos... Pero las lágrimas dejaban un sabor amargo que perduraba en el tiempo, ajando los sentimientos. Y pesaban como enormes losas.
Ella no recordaba cuando fue la última vez que aquellas manos recorrieron su cuepo desnudo; y Él ya no anhelaba sus besos.
Eran dos extraños encerrados en la misma celda fría, desoladora, y vacía. Tan vacía...
A pesar de ello se habían acostumbrado a su presencia, no era tan malo se decían día tras día.
Pero el silencio era cada vez más ensordecedor.
Y cuando el silencio marchaba, llegaba el ruido.
Rabia contenida desembocando en gritos. Aturdimiento, tristeza y desamparo.
Palabras hirientes que queman, que caen a plomo pegando duro en el corazón. Soberbia. Impotencia.
Hacía frío. Un frío que calaba los huesos paralizando cuerpo y mente.
Deberían echar más leña al fuego....
Pero ambos permanecían sentados sin moverse, mirando al infinito. Quizá recordando, tal vez añorando, ¿ acaso, soñando?
Soledad.
Mientras el fuego decrecía sin remedio.
Entonces Él, habló: * Alguien debería ir a por leña*- dijo en un susurro.
* Y ¿ porqué no vas tú?*- respondió Ella de forma arisca.
Tensión.
Volvió el silencio, y con él, el hastío.
Ella se levantó entonces lentamente y dirigió sus pasos hacia Él. Cogió su cara entre ambas manos, como antes, como aquel verano de hacía diez años...
Sólo que esta vez en lugar de aquel ilusionado "SI QUIERO", de su boca surgió un devastador:
"ADIOS".
Él, rehuyendo su mirada bajó la cabeza y sin más, lloró...
Mientras, el fuego seguía decreciendo.
La poca leña que quedaba, ardió.
Y el fuego, antes majestuoso,
se apagó.
Silvia 09.
hola mi vida.que relato mas triste pero a la vez muy verdadero.pienso que ninguno de los dos deberia de haber dejado que se apagara el fuego.espero que nuestra chimenea siga alumbrando toda la vida.te quiero nena.santi
ResponderEliminarMe gusta como plasmas tu escritos.. Encierran una verdad y nos invade la tristeza..
ResponderEliminarEse amor como la llama que enciende con fuerza y poco a poco se apaga..
Excelente..
Un beso
Un abrazo
Con mis
Saludos fraternos de siempre...
Antes que nada, amiga no debes agradecerme nada, las cosas nacidas en el corazon, no se agradecen, uno solo debe adueñarse y ser feliz.
ResponderEliminarHermoso relato, como tood lo que escriben tanto aqui, como en mi blog.
Desde una habitacion en la joven Buenos Aires te dejo un calido beso
La escena que plantea el texto supongo que no tenía otra salida. Así como el fuego estaba casi condenado a extinguirse el sentimiento entre la pareja también lo estuvo. No importa el tiempo que haya pasado, una vez que el sentimiento muere, ya nada es lo mismo, por más leña que eches al fuego siempre habrá frío.
ResponderEliminarBesos Silvia.
real como vida misma, te lo dice un experto en encender y apagar fuegos. Espero que el tuyo nunca se apague... sobre todo el literario. Un besito
ResponderEliminarHas llevado muy bien el tempo del relato, el ritmo adecuado. Laimagen del fuego que se apaga, sin que ninguno decida ir a por leña es genial, pues es paralela al modo en que se apaga el amor que los unió un día.
ResponderEliminarUn abrazo preciosa
Bento... Santi mi amor. Nosotros nunca dejaremos que la hoguera se apague. Nos sobra leña y ganas pa' ir a buscarla. Te amo...para toda la vida amor. Para toda la vida.
ResponderEliminarBecause.....
Por cierto cariño: lo conseguiste, hoy has sido el primero. Jejeje!!!
ResponderEliminarI love you!!
Amigo Adolfo...¿ quién no ha encendido y dejado consumir un fuego en alguna ocasión?
ResponderEliminarLo importante, es encender otro y otro, hasta que llegue aquel fuego incombustible que no se apague jamás. Un placer verte y leerte.
Mil besitos!!!
Hola Forby!! Que bonitas tus palabras amigo.
ResponderEliminar..."cosas nacidas del corazón"... Esas son las más importantes y bellas.
Me gustan tus visitas amigo.
Mil besitos!!!
Amigo Miguel... tu lo has dicho. Cuando algo se apaga, cuando el sentimiento muere, es absurdo intentar reanimarlo.
ResponderEliminarY a veces es mejor así, para evitar daños mayores. Debemos aprender a vivir con lo que nos va llegando. No hay otra manera.
Gracias por tu visita. Un placer.
Mil besitos!!!
Hola Ernesto... cuanto tiempo amigo!!
ResponderEliminarSí, en verdad hay muchas historias como esta en el mundo.
Por suerte no es mi caso, así que espero mantener la hoguera viva infinitamente.
Mil besitos!!!
Joselo... que bien captas cada una de mis palabras. Creo que tenemos mucho en común, y eso está bien.
ResponderEliminarEl amor es la llam de una vela: hay que ir con sumo cuidado porque un leve soplo puede apagarla.
Gracias por venir.
Mil besitos!!!
Magnifico. Muy perceptivo. Hay que poner lena, poner lena, poner lena. O el fuego se va!
ResponderEliminarEspero que vuestro fuego dure toda la vida...y no hablo del fuego eterno porque eso para los católicos suena muy mal.
ResponderEliminarUn beso
• con la mirada en la vía…
ResponderEliminarTodas las hogueras deben ser alimentadas... sin que lleguen a abrasar las manos de quienes las alimentan.
Y un soplo ligero... permanentemente, que mucho las apaga.
• besitos desde
CristalRasgado & LaMiradaAusente
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Hola mina querida Amiga
ResponderEliminarme desculpe a mi que nao tiv tiempo vir visitarte antes, mas ando de maluco;-)
Tu siempre escrebes cosas maravillosas, tienes de guardar e una dia publicar ;-)
Un grande abrazo de ursu para ti e mil besitos mi Amiga:-)
Robert
Mi bella Sylvia... Siempre hay que poner leña, y tener un poco de reserva para los malos tiempos. Que tu fuego se mantenga vivo, siempre amiga.
ResponderEliminarMil besitos!!!
Albino... gracias amigo mío. A día de hoy debo decirte que nuestra hoguera se alimenta de abundante y buena leña. De nuevo, gracias por tus buenos deseos.
ResponderEliminarPD: no soy católica, al menos, no practicante. Pero respeto por igual todas las religiones.
Mil besitos!!!
Querido Ñoco... sin que lleguen a abrasar las manos, pues eso sería peor que apagarse.
ResponderEliminarTe envío mil besitos con un ligero soplo!!!
Mi querido Robert... nada que perdonar amigo. Te diré que guardo todos y cada uno de mis escritos, por si algún día decido publicar. Aunque debo confesarte que me da un poquito de miedo. Algún día, si me atrevo, te pediré ayuda.
ResponderEliminarMil besitos y mil más fiel amigo!!
PD: Sois ambos, unas de las mejores personas que he conocido, y me alegro.
¡¡Hola mi Silvia!!
ResponderEliminarEs triste, pero real como la vida.
Lo que un día fue fuego, se convierte en ceniza.
Hay quien se conforma con vivir entre ceniza, siempre que no se te meta en los ojos y escueza.
Otros, por el contrario, buscan el fuego que un día ardió en otro lugar. La soledad cuando es buscada es agradable, cuando la soledad es en compañía, es algo devastador.
Y a veces, las peores además de pagarse el fuego, empieza el ruido del que habla Sabina, mientras me muevo en la silla, ruido de abogados, ruido "yo no he sido", ruido de arañazos, ruido, ruido y más ruido, mira casi mejor ¡¡Adiós!!
Un besito, Silvia, que tu fuego, no se apague nunca.
Dios!!!! qué bonito!!!
ResponderEliminarTriste pero real y magníficamente expresado.
ResponderEliminarOle, ole y ole esa cabecita privilegiada.
no se porque, pero tu texto me acordo Patxi Andion, 20 años, dejo el link http://www.youtube.com/watch?v=h_LbgBFKViQ
ResponderEliminarHola María linda...
ResponderEliminarYo no quiero vivir entre cenizas, prefiero alumbrar mi vida y calentar mis días con un buen fuego.
A veces sienta mejor que bien la soledad, pero como bien dices, esta debe ser consentida y jamás obligada.
La próxima te prometo que acallará el ruido de hoy. Mil besitos corazona!!!
Anukita... tu sí que eres bonita cielo!!!
ResponderEliminarCabecita privilegiada, no sé, pero llena de ideas, un rato largo.
Que sus quiero amores míos.
Mil besazos!!!
Mágico y nocturno amigo... ahora que lo dices, sí,aunque distinto, algo se parecen. Gracias por recordarme a un Patxi Andion que tenía practicamente olvidado.
ResponderEliminarMl besitos!!!
Wow, .. muy intenso y triste
ResponderEliminarEl final de amor ..
Una historia escrita hermosa ...
Besos ...
Una prosa interesante y degustable.
ResponderEliminarPersevera. Espero nos leamos.
Saluditos...
Este cuento me es muy familiar..Casi lo habia olvidado hasta que lo lei aqui..Entre unos dias atras a tu blog pero no te deje un comentario porque me disgusto volverlo a vivir atraves de tu escrito.Bueeenoo a veces es mejor dejar conjelar la casa y hacer nido por otros lados ...No me arrepiento de haberlo dejado ,no tanto la persona pero mas ese sentimiento de que todo a muerto.Ahora espero una entrada que me invite a reir, como esos cuentos de hadas que tu sabes escribir.Se te quiere y me encanta leerte ! Pilas con el libro reina! Eres genial y no me canso de decirtelo! Besotes manita
ResponderEliminarAmigo Manview... el amor cuando se acaba produce una tristeza inconsolable. Pero siempre acabamos encontrando la salida. Sólo hay que saber donde buscarla.
ResponderEliminarGracias por venir. Mil besitos!!!
Nos leeremos, seguro Jorge. Gracias por pasearte un ratito por mi vía. Un placer, amigo.
ResponderEliminarMil besitos!!!
Mi manita Deborah...intuía tu triseza, pero no quise preguntar por no ahondar en la herida.
ResponderEliminarLas personas van y vienen, al igual que los sentimientos nacen, mueren, pero SIEMPRE renacen de nuevo.
Te prometo una próxima entrada que te haga sonreír, dedicada a tí.
Hasta entonces bella amiga, se feliz. Debes serlo porque te lo debes, te lo mereces.
Se te quiere mucho corazón, mucho.
Mil besitos!!!
Me gusta la intensa tristeza de tu relato... me ha atrapado.
ResponderEliminarTriste pero, por desgracia, muy común... Es lo que tiene el fuego, que hay que cuidarlo siempre...
ResponderEliminarYo, con mi positivismo crónico, siempre he pensado que después de un adiós siempre llega un hola. La vida es una montaña rusa y nadie puede evitar caer a lo más hondo; lo que hay que procurar es que luego llegue la remontada y no quedarse perdido en el llano. Duele la pérdida de un amor, ¡pero qué felicidad la llegada de otro!
ResponderEliminarEs muy difícil mantener viva la llama siempre, pero supongo que quienes lo consiguen (como tú) es porque se lo curran diariamente. Consérvala y avívala si la ves languidecer.
Besitos, preciosa.
Bueno, ya está, ya llego tarde, como siempre... pero sin grapasssssss jejejeje.
ResponderEliminarBien, dos cositas. Buen relato, triste, pero bueno.
Segundo: ¿Por qué Ñoco no te riñe por poner fotos borrosas y a mi me caen unas broncas tremendas???????
La justicia no es justa.
¡¡¡¡Esas fotos hermosa, esas fotos!!!!!!. Si no te lo digo yo no te lo dice nadie.... claro y yo venga a educarte parriba y pabajo. Luego me coges manía... jo
Besos mu ardientes.
Me ha gustado mucho la ubicación de la pareja frente a una chimenea y como has ido marcando los tiempos de la relación y del fuego. Queda perfecto.
ResponderEliminarPero en la actualidad la escena que describes suele ser frente a un televisor. En el entorno de la pareja se oyen voces, pero no son suyas. No hablan. Habla la tele. Y, aunque un televisor dure más que un fuego, las relaciones de pareja se deterioran más rápido por falta, entre otras cosas, de comunicación y conversación.
Besos, Silvia.
Angus... intentaré que mis próximos relatos te sigan atrapando. Así me aseguro de que sigas visitándome. Un placer. Mil besitos!!!
ResponderEliminarMonchito corazón... ve que ya bajaste de la montaña,jiji!!
ResponderEliminarTienes razón, el amor como el fuego, hay que mantenerlo vivo día tras día.
Merece la pena el esfuerzo, no crees?
Mil besitos!!!
Isabel, amiga mía... ¡Me encanta tu positivismo! Ole, y ole por tí.
ResponderEliminarEstoy totalmente deacuerdo contigo: la vida es una gigantesca montaña rusa y cuando crees que has llegado abajo, un impulso bestial te impulsa de nuevo hacia arriba. Llámalo amor o ganas de vivir.
Mil besitos corazona!!!
Marinejaaaa!!!!!!!!!! Nunca es tarde, lo importante es llegar, y como yo de aquí no me muevo....
ResponderEliminarA ver, a mí Ñoco no me riñe porque sabe de sobra que lo vas a hacer tu, jejeje!!!
Manía, yo nunca te cogería manía jodíapor saco... si eres mi tía la prefeeeee!!!!
Te quiero guapísima, me alegro de que estés mejor amore.
Mil besitos!!!!
PD: Prometo mejorar las fooootoooos, jo!!
Lagun, que bien que te haya gustado este relato. Es cierto que es triste, pero no cabía otro final. Los cuentos de princesas se los dejo a mi peque(aunque le gusta más "física o química...los tiempos cambian).
ResponderEliminarTienes razón en algo, hoy en día estas escenas suceden delante de la caja tonta, o del ordenador...
Pero existen, quizá con mi hoguera he querido dar un puntito de poesía a la situación.
Un placer verte de nuevo. Mil besitos!!!
Muy bonito!
ResponderEliminarPasé a echar un ratito de lectura y a desearte un buen fin de semana.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo!
Bienvenido Ignacio, gracias por seguirme. Espero que todo lo que aquí leas sea de tu agrado.
ResponderEliminarMil besitos!!!
Buen fin de semana a tí tambié amigo Hiperión. Se agradece que el ratito de lectura lo eches en mi vía.
ResponderEliminarMil besitos!!!!