INSOMNIO

Hoy tengo ganas de gritar.

Lanzar un tremendo grito sin palabras. Forzar mi garganta y mi voz hasta quedar afónica.

Gritar, gritar... y que el viento eleve mi clamor.

Porqué?? no lo sé, o si? o, quien sabe?

Sin embargo, he dado orden a mis cuerdas vocales para que no se muevan, para que guarden silencio, para que no molesten con sus tonterías.

Porqué?? no lo sé, o sí?

Quiza debería romper con todo y hacer lo que me plazca. Tal vez , sólo tal vez, me vendría bien dejar de pensar por algún tiempo.

Hace tanto calor... y sin embargo, tengo frío.

Miro el reloj: las 3:15 de la madrugada. Amigo Morfeo, es que esta noche no piensas visitarme para darme tu bendición?

Debe ser que tu agenda está demasiado ocupada. Demasiadas almas descarriadas por el mar de los sueños. Eso debe ser.

Me asomo a la ventana, Dios!! que rica esta brisilla que

corre. El aire juega con mi pelo y se cuela por mi pijama. Me hace cosquillas. Sonrío.

Miro al cielo, pero la luna se esconde, no la veo. Sólo una leve luz brilla, diminuta, pero no es una estrella. Tan sólo es un pilotito de alguna remota torre de vete tú a saber qué. Desilusión.

Definitivamente, hoy no ha sido un buen día. Y la noche se presenta larga, demasiado larga para mi gusto y mi cansado cuerpo.

Me acostaré y cerraré tan fuerte como pueda los ojos, hasta que mi mente sucumba al cansancio.

Sí, me acostaré.

Quién sabe?? a lo mejor la mañana se presenta sonrosada y sofoca mi grito.

Sí, seguro que mañana el cielo está más claro y las nubes dejan de rondarme.

Qué le vamos a hacer!!! Hace ya un tiempo que formo parte de la comunidad insomne. Me consta que somos más que unos pocos. Algunos por gusto, y los que más, por disgusto.

Me duele la cabeza, creo que ahora sí, ahora ya es tiempo para el descanso. Lo intentaré de nuevo. Necesito dormir.

Dormir...

Apagaré las luces y dejaré unas rendijas abiertas en la persiana para no desterrar toda claridad.

No soporto la oscuridad absoluta, me aterra.

Le haré de nuevo una perdida al amigo Morfeo; espero que no esté fuera de servicio o sin cobertura.

A fín de cuentas, el día terminó.

La noche se ha hecho dueña de las horas, y estas pasan lentamente. No habrá alguna manera de acelerar el tiempo?? Una utopía más.

Voy a fumarme un pitillo... sí, ya sé que dije que intentaría dormir. Pero no puedo, es así de simple: No puedo dormir.

El problema en sí no es el insomnio, es el tiempo que uno tiene para pensar. Y yo no quiero pensar, ahora no.

Así que, aquí me encuentro, frente a la pantalla y dale que te pego a las teclitas.

Pero ya vale por hoy. Prometo dejarlo en cuanto acabe el cigarro; o no? Mejor no hacer promesas inciertas.

Contaré ovejitas... o quizás ellas me cuenten algo a mí.

Silvia 09.