sábado, 18 de abril de 2009

A MENUDO






A menudo me refugio en el silencio



y me escondo entre las sombras de mis pensamientos.



Sumerjo mi cabeza,



en las agitadas aguas de mis sentimientos.



Nado contra la corriente,



y me hundo, y emerjo, y hundo de nuevo.



A menudo sueño que ya no sueño



y despierto empapada en sudor y miedo.



Pero entonces mi mente levanta el vuelo



trasladando mi TODO hasta el mismo cielo.



A menudo tropiezo y caigo de nuevo,



y curo mis heridas,



y desespero.



Me pierdo con mi luna por los senderos



que conducen al pozo de los deseos.



Pero el pozo, ya seco, se halla desierto;



guardare mis deseos para otros tiempos.



A menudo me duelen mis pensamientos,



y busco algun consuelo en buenos recuerdos.



A menudo me rio de mis tormentos,



y lloro hasta que siento que ya no siento.



Y vuelvo a mi rincon, refugio en el tiempo.



Y sueño hasta que sueño,



que me despierto.






silvia 09.

2 comentarios:

  1. Qué bonito!!
    Me dejas sin palabras. Sigue así.
    Muakkkkkkk

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  2. Sin órbita ni cauce
    Tiene bastante el río
    con su cauce,
    y le basta a la gaviota
    con la ingravidez alcanzada.

    Tienen bastante los planetas
    con sus órbitas,
    y los obsesos
    con sus obsesiones.

    Y tiene bastante la llama
    con arder hasta extinguirse
    sin maldecir el instante
    en que fue encendida.

    Pero a nosotros
    ¿Qué nos queda?,
    ¿Con qué aplacaremos
    las inquietudes?

    Nosotros,
    los que fluímos fuera de cauce,
    los que giramos fuera de órbita,
    los que vencimos las obsesiones.

    Nosotros ,
    los que ardemos
    y echamos de menos la cera
    que se nos va cayendo muerta…
    a nosotros…
    ¿Qué nos queda?.

    Andar bajo la lluvia
    y disfrutar del frío,
    que nos descubre los huesos
    aunque sólo sea para dolernos.

    Dominar la respiración profunda
    con sus hijas lágrimas
    siempre a las puertas,
    siempre en guardia,
    siempre esperando.

    A nosotros
    nos quedará siempre el alma
    aunque no exista…
    ¡que nos importa,
    que nos puede importar!;
    si sabemos inventarlo… lo tenemos.

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