jueves, 8 de abril de 2010

FANTASMAS EN EL ESPEJO.

RESCATANDO ENTRADAS.
He querido rescatar esta entrada, escrita casi al comienzo de mi aventura por esta vía. Para aquellos que la léyeron en su momento, espero no os importe. Y para los que la leeis por primera vez, espero que os guste. Bien, ahí va.


FANTASMAS EN EL ESPEJO.


Estaba cansado. Había sido un día de duro trabajo. Se merecía una ducha y una cerveza bien fría, se dijo.

Dirigió sus pasos hasta el cuarto de baño y se metió en la ducha.

¡ Si señor! nada tan relajante como el agua caliente recorriendo tu cuerpo.
Salió de la ducha y se dispuso a afeitarse. El espejo estaba empañado, así que, cogió su toalla y lo limpió.
- Ya está, ya me veo.
Pero...
¿Quién es ese? ¿Qué está pasando aquí?
Limpió de nuevo el espejo, seguro de que la humedad le estaba jugando una mala pasada, y volvió a mirarse.
Pero el espejo le devolvió la misma imagen que un minuto antes.
Miró a sus espaldas, revisó trás la puerta, detrás de las cortinas. Nada, allí no había nadie.
-Pero entonces....?
Sus manos comenzaron a sudar, sintió que un escalofrío recorría su cuerpo de arriba a abajo.
Asustado, corrió a trompicones hasta su dormitorio. Se puso frente al espejo, y se miró.
La imagen que vió, era la de un hombre ajado, bastante más mayor que el. Su cara reflejaba un cansancio absoluto. Y sus ojos, esos ojos... eran la viva imagen de la tristeza.

-¡ Dios mío! pensó.
Las sienes le latían con fuerza, le dolía la cabeza, su poder de reacción había quedado anulado.
Después de unos interminables segundos, que a el le parecieron siglos, se decidió a preguntar con trémula voz:
-¿ Quién eres? y ¿Qué quieres de mí?
- Tan sólo soy TU mismo.- respondió la imagen
-¡No! -gritó- Ese de ahí no soy yo. Esto es de locos, un mal sueño.
- No, mi buen amigo. No estás soñando. Soy TU, no te empeñes en negarlo. Soy el TU que ocultas, ese que no quieres ver, el que escondes trás la fachada, soy el que acabaras siendo, el TU que estás forjando, el TU que un día serás. Soy el TU venidero, triste, cansado y solitario. Piénsalo.
Se paró por un instante a pensar. ¿Sería posible?
Era cierto que desde que su esposa se fue, se había vuelto un poco más huraño y taciturno. Era cierto, también, que se había ido apartando poco a poco de la sociedad. Además, se sentía agotado, fuera de juego, y la tristeza se había hecho dueña y señora de su vida.
Miró al cristal, y en un susurro casi inaudible, dijo:
- Tienes razón, TU eres YO. ¿Qué me estoy haciendo? ¿En qué me he convertido?
Ayúdame, por favor. Tú debes saber como hacerlo. Anhelo ser el que fuí. Déjame volver, te lo ruego.
- De acuerdo. - respondió el reflejo-
Tan sólo debes poner tu mano en el cristal y juntarla a la mía. De ese modo, y si realmente lo deseas, el TU actual, desaparecerá para siempre. ¡Vamos, hazlo! y tu vida cambiará en el mismo instante.
El, receló unos segundos. ¿ Acaso sería tan sólo un truco ? o, aún peor, ¿se estaría volviendo loco? - De todas formas -pensó- qué importaba, su vida no podía ser peor.
Así que, lentamente y con mano temblorosa, levantó su brazo, acercó la mano hasta el cristal y se dispuso a poner su mano sobre él.
- ¡Detente, no lo hagas! - gritó de repente otra voz-

Al lado del reflejo del anciano, había aparecido otra imagen.

¡Era un niño!

Un niño con cara de angel, que le miraba con una sonrisa que traspasaba su alma.
- No lo hagas. - repitó el niño- Así sólo conseguirás envejecer de golpe, y tu vida será corta y llena de pesares.
- Y tu, ¿quién eres? - preguntó, al borde de la histeria-
- Soy TU.
Esto ya era demasiado para él,
¿ Otro YO ? Estaba tan cansado y le dolía tanto la cabeza...
- Soy el TU niño. Aquel que te hacía reír, con el que jugabas, el guardián de tu inocencia, el dueño de tus sueños y de tus días felices. Pon tu mano sobre la mía, y volveré a tí, y seremos eternamente niños.
- ¡Nooo! - gritó de nuevo el anciano-
Ponla sobre la mía, y vivirás tus días con sabiduría, y te respetaran por tu edad, y te sentirás complacido.

Se sentía aturdido, ¿qué hacer, señor? Su mente se había colapsado.
Entonces levantó su mano y poco a poco fue acercándola al cristal.
El anciano y el niño repetían al unísono: - ven a mí, dame tu mano-.
De repente, descargó un golpe seco contra el espejo y el cristal se rompió en mil pedazos.
Su mano sangraba y le dolía intensamente. Sus sienes latían con tanta fuerza que por un momento creyó que reventarían.
Pero no le importaba porque las voces habían callado.

El anciano y el niño, se habían hecho añicos.
Se acabó, -pensó- Mejor así.
Al fín y al cabo, sería mejor seguir viviendo su YO presente. El pasado tuvo su tiempo, y el futuro, ya lo tendría.
Ahora, sólo quería descansar. Había sido un día tan duro....
-Mañana será otro día. - se dijo-


Cerró los ojos, y se durmió.

jueves, 1 de abril de 2010

UN DESCANSITO BIEN MERECIDO.


EEEEEEEEEPAAAAAAAAAAA GENTE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Estoy de vacances en Valencia, así que estaré desaparecida unos días. Prometo ponerme al día en cuanto regrese.

Ahora, voy a descansar y a disfrutar de estos días con mi hija. a mi regreso os contaré como nos ha ido.

Disfrutar de la Semana Santa. Cada cual como mejor le parezca, cada cual como prefiera, pero ¡Disfrutad a tope!

Que para trabajar hay tiempo.... Demasiado tiempo, jijiji!!!!

Un besazo a tod@s, y hasta dentro de unos días.


MUAKAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!